Ciudad de México.— Maestros, y especialistas en educación advierten que sin garantías mínimas de protección legal, ser maestro en México se ha convertido en una actividad de alto riesgo.
El caso de Esteban Canchola, docente de Mexicali, Baja California, con más de 25 años de servicio, ha encendido las alarmas educativas en el país. La tragedia de un niño que perdió la vida tras un golpe en la cabeza y aun siguiendo el protocolo escolar, Esteban fue acusado por negligencia.
UNA VIDA PERDIDA, UNA CARRERA DESTRUIDA
Los hechos ocurrieron el 30 de octubre de 2023. Damián, alumno de primaria, sufrió una lesión tras ser golpeado por otro estudiante en el patio escolar antes de que comenzaran las clases del maestro Esteban. No hubo solicitud de auxilio por parte del menor. Fueron sus compañeros quienes dieron aviso al docente. Según los testigos, Esteban notificó a las autoridades escolares, activó el protocolo institucional y alertó a los padres.
El menor fue llevado por su familia a la Clínica Internacional de Especialidades, donde fue atendido y dado de alta sin estudios médicos profundos. Horas más tarde, perdió la vida por muerte cerebral.
En este proceso judicial, la omisión de auxilio recayó únicamente sobre el maestro Esteban, ignorando la falta de atención médica adecuada, eximiendo al agresor y sin cuestionar el sistema que dictó las acciones del docente. La clínica no fue responsabilizada, el agresor quedó fuera del juicio y el protocolo seguido por Esteban fue desestimado.
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LA VOZ DE LOS MAESTROS: NO SOMOS MÉDICOS, SOMOS EDUCADORES
“¿Hasta dónde llega la responsabilidad del maestro?”, preguntó el profesor Román en un mensaje que ha resonado entre miles de docentes. A través de sus redes sociales, subrayó que la escuela debe ser un espacio seguro también para quienes enseñan.
El maestro Esteban, dijo, hizo lo que le correspondía: acompañó al menor, notificó a los padres, siguió el protocolo. Pero eso no fue suficiente.
La criminalización de los docentes, que ya enfrentan condiciones adversas, ha alcanzado un nuevo nivel. “Lo que duele no es solo la pérdida de un niño, sino la condena de un maestro que actuó con responsabilidad y humanidad”, expresó Román.
PROTOCOLOS VACÍOS, SISTEMA CIEGO
Héctor Lara Ochoa, líder sindical de los trabajadores de la educación en Baja California, señaló “el juez desechó el protocolo porque no tiene valor jurídico. No es ley”. Durante el juicio, la Secretaría de Educación no acompañó a la defensa del maestro y se deslindó del proceso. Lara Ochoa exigió revisar con urgencia los protocolos escolares, pero sobre todo, que se escuche a quienes están al frente de los salones: los maestros.
Más de 1,200 protocolos escolares se han activado en Baja California en un año. En ese mismo periodo, 21 docentes han sido removidos de sus cargos.
UNA ESCUELA SIN COBERTURA, UNA SENTENCIA ANUNCIADA
El seguro escolar en Baja California cubre a los alumnos hasta el 30 de junio, mientras miles de estudiantes regresan a clases para regularización sin protección médica. Si algo ocurre, no hay quién responda. Nuevamente, será el maestro podría ser el señalado.
¿Y SI MAÑANA FUERA TU MAESTRO?
La sentencia que se dictará el 3 de julio contra el maestro Esteban no es solo una condena individual. Es un parteaguas para miles de docentes que hoy dudan si ayudar, si actuar, si involucrarse, porque hacerlo podría costarles la carrera, la libertad o la dignidad.
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