En el corazón del Centro Histórico de Ciudad de México, florecieron las tiendas de campaña en el plantón de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en el Zócalo y en las calles circundantes. Maestras y maestros de Oaxaca, de Guerrero, de Michoacán, de Zacatecas, de Veracruz, del Estado de México, Durango, Yucatán, Quintana Roo y estados del norte, bajío y sur del país, junto con organizaciones sociales y de trabajadores solidarios salieron a manifestarse por la abrogación de la reforma del ISSSTE de 2007, por aumento salarial y en defensa de la educación pública. Salieron a las calles en defensa de su futuro y del futuro de las hijas e hijos de la clase trabajadora, en la capital y estados de todo el país. Esto es un salto en la participación magisterial cuya masividad empieza a preocupar al gobierno.
En esta agobiante primavera de 2025, las maestras y los maestros agrupados en la CNTE están escribiendo un nuevo capítulo de la historia de la clase trabajadora en México. Con cada acción, bloqueo, marcha, mitin, con cada paso firme, con cada sonrisa compartida en la lucha, con cada puño levantado en señal de resistencia. Están escribiendo una historia cargada de futuro y de esperanza, una que no se gesta en los despachos de las secretarías gubernamentales, sino que se construye con la fuerza colectiva en las calles.