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sábado, 5 de julio de 2025

Los probióticos podrían ayudar a reducir la hiperactividad e impulsividad en niños con autismo o TDAH

Un ensayo clínico liderado por la URV observa mejoras en la impulsividad y la calidad de vida gracias a la modulación de la microbiota intestinal

Los trastornos del neurodesarrollo como el autismo y el TDAH son cada vez más prevalentes a nivel mundial y suponen un reto para el bienestar de los niños y de sus familias. Ahora, dos estudios liderados por la Universitat Rovira i Virgili (URV) apuntan hacia nuevos enfoques terapéuticos basados en probióticos, que podrían contribuir a reducir los síntomas de hiperactividad y mejorar la calidad de vida en niños con estos trastornos.

El autismo se caracteriza por dificultades en la interacción social, la comunicación y la presencia de conductas repetitivas y restrictivas. El TDAH se manifiesta principalmente en forma de déficit de atención, hiperactividad e impulsividad. A pesar de las diferencias, ambos trastornos comparten alteraciones en el funcionamiento ejecutivo, que es clave para regular los procesos cognitivos, conductuales y emocionales en la infancia.

La investigación actual está poniendo el foco en el llamado eje intestino-cerebro, una conexión entre el cerebro, el sistema nervioso y la microbiota intestinal, y se estudia como el conjunto de microorganismos que viven en el intestino y pueden tener un papel clave en la salud y el funcionamiento del organismo.

Esta línea de investigación abre la puerta a nuevas estrategias terapéuticas más allá de la medicación tradicional a través de fármacos, como es el caso de los probióticos. El uso de estos microorganismos puede influir en la microbiota e, indirectamente, en la producción de neurotransmisores implicados en estos trastornos, como la dopamina y la ácido gama-aminobutírico.

Uso de probióticos

En este contexto, un estudio liderado por Josepa Canals, catedrática del Departamento de Psicología de la URV e investigadora del grupo de investigación NUTRISAM, ha evaluado si la administración de probióticos con troncos específicos podría tener un efecto positivo en niños con autismo y/o TDAH. Para hacerlo se hizo un ensayo clínico con 80 niños de entre 5 y 16 años: 38 estaban diagnosticados de TDAH y 42 de autismo. Durante 12 semanas los niños se dividieron en dos grupos. Al primero se le administró diariamente un probiótico (Lactiplantibacillus plantarum y Levilactobacillus brevis) y al segundo un placebo.

Paralelamente se recogieron las respuestas obtenidas a partir de cuestionarios a los padres y madres de los niños, que se centraban sobre todo en cuestiones sobre sintomatología, funciones ejecutivas, calidad de vida y patrones de sueño. Además, los niños hicieron una prueba informatizada que evaluaba su atención y control de la impulsividad después de la intervención.

El equipo investigador observó beneficios, especialmente en la reducción de los síntomas de hiperactividad e impulsividad en los niños más pequeños con autismo y/o TDAH, así como en la mejora de aspectos relacionados con la calidad de vida en el autismo. A pesar de que no se observaron cambios significativos en otros síntomas nucleares del TEA o del TDAH, “los resultados obtenidos ponen de manifiesto el potencial de los probióticos como tratamiento complementario en el ámbito del neurodesarrollo”, afirma Josepa Canals.
Efecto en la microbiota intestinal

En el marco del mismo ensayo clínico, un segundo estudio liderado por Mònica Bulló, catedrática del Departamento de Bioquímica y Biotecnología y directora del grupo de investigación en Nutrición y Salud Metabólica (NuMeH) y del centro de investigación TecnATox de la URV, analizó el efecto de los probióticos sobre la microbiota intestinal de los niños.

Se identificaron bacterias intestinales comunes en el autismo y lo TDAH que se modificaban después de ingerir el probiótico, como por ejemplo el género Odoribacter, y que podrían explicar la mejora de la salud metabólica y la reducción de síntomas como la depresión y la fatiga. La intervención con probióticos disminuyó también la presencia de bacterias relacionadas con una peor sintomatología clínica, como por ejemplo la abundancia de Escherichia-Shigella.

Estos resultados refuerzan la importancia de continuar investigando el papel de la microbiota intestinal en los trastornos del neurodesarrollo y abren la puerta a nuevas estrategias complementarias de tratamiento basadas en la modulación del microbioma.

Referencias bibliográficas:

Rojo-Marticella M, Arija V, Canals-Sans J. ‘Effect of Probiotics on the Symptomatology of Autism Spectrum Disorder and/or Attention Deficit/Hyperactivity Disorder in Children and Adolescents: Pilot Study’. Res Child Adolesc Psychopathol. 2025 Feb;53(2):163-178. doi: 10.1007/s10802-024-01278-7. Epub 2025 Jan 11. PMID: 39798036; PMCID: PMC11845535.

Novau-Ferré N, Papandreou C, Rojo-Marticella M, Canals-Sans J, Bulló M. ‘Gut microbiome differences in children with Attention Deficit Hyperactivity Disorder and Autism Spectrum Disorder and effects of probiotic supplementation: A randomized controlled trial’. Res Dev Disabil. 2025 Jun;161:105003. doi: 10.1016/j.ridd.2025.105003. Epub 2025 Apr 4. PMID: 40184961.

Fuente: URV




https://www.saludadiario.es/pacientes/los-probioticos-podrian-ayudar-a-reducir-la-hiperactividad-e-impulsividad-en-ninos-con-autismo-o-tdah/

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