sábado, 24 de mayo de 2025

¿Tienes un hijo autista? ¡Apóyalo!


Por Elvia Solís
Pareciera que para los niños autistas las personas no son de su agrado y que quieren escuchar sólo lo que quieren.
Se caracterizan por ser muy poco sociables, pues incluso raro es el caso en que permiten que alguien los toque, debido a que se sienten invadidos en su propio espacio.
Generalmente no logran desarrollar un lenguaje entendible, ya que no logran a estructurar oraciones completas, pero sí palabras específicas.
Josefina Pérez Torres, quien es maestra de educación especial en el Centro de Recursos de Información para la Integración de la Información (CRIE), destacó que el autismo es una compleja discapacidad del desarrollo que normalmente aparece los primeros tres años de vida.
“Este trastorno es el resultado de un desorden neurológico que afecta al funcionamiento del cerebro, principalmente en las áreas de interacción social y habilidades de comunicación”, informó.
Se estima que el autismo es cuatro veces más común en niños que en niñas, manifestándose aproximadamente de 15 a 10 mil nacimientos.
Ponga atención en su conducta
Los primeros tres años de vida son claves para identificar algunos síntomas que puedan hacer sospechar que su hijo es autista, mencionó la maestra.
De entrada, se caracterizan por “aislarse del mundo”, lo que quiere decir que difícilmente interactúa con otros niños o personas.
“Mientras un niño ‘normal’ puede estar entreteniéndose con un carrito el niño autista puede estar poniendo atención a una hoja de árbol o un hormiga”, por dar un ejemplo señaló.
Otra característica común es que pareciera que no escuchan porque se les habla pero no responden, sino sólo a lo que les interesa.
Son niños que ven a las personas como objetos, así que no les dan la menor importancia, por lo que pueden ignorarlos sin ningún problema.
”Tampoco tienen un contacto visual... Les cuesta mucho trabajo sostenerte la mirada”, destacó.
La maestra en educación especial señaló que también suelen ser muy metódicos en sus actividades, les gusta comer a cierta hora o ver algún comercial o programa en especial.
“Si les modifican sus hábitos pueden llegar a irritarse”.

Casos brillantes
Hay casos excepcionales en los que el niño demuestra destrezas inexplicables, como es resolver un problema matemático o armar un rompecabezas en un tiempo récord.
Algunos niños suelen presentar una capacidad de memoria ‘fascinante’, así que pueden aprenderse conversaciones enteras, canciones o frases representativas, a las que nadie les haya puesto atención.

Atención
temprana
Lo ideal es que un vez que sea diagnosticado el problema, el niño acuda a una escuela especial en la que puedan ayudarlo a desarrollar (en la medida posible) su habilidades.
Su aprendizaje sin embargo, dependerá mucho del grado de su enfermedad.
“Es muy importante que el padre se informe y sepa cómo tratar a sus hijos, pues esto facilitará la convivencia y entendimiento mutuo”, aseveró.
Hay casos de éxito en los que el niño llega a integrarse a una escuela regular, aunque detrás de este logro, está un intenso trabajo por parte de los padres.
“Con trabajo, pueden modificarse modos de conducta y crear un lenguaje de comunicación entre padre e hijo”, sostuvo.


esolis@lacronica.com

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