El Heraldo de Aguascalientes
La pasada administración federal insistió mucho en cambiar la educación a través de un nuevo plan y nuevos programas de estudio; sin embargo, todo siguió igual. El actual gobierno continúa desarrollando el mismo plan y los mismos programas de estudio de la administración anterior y tampoco da visos de cambiar la educación, pues todo sigue igual. Por lo tanto, no es exagerado decir y reconocer que, en los hechos, los cambios realizados tan sólo han servido para estar igual y para obtener los mismos resultados mediocres; o, tal vez, siendo más exigentes y rigurosos con los resultados, éstos son cada vez peores, porque todo avanza y la educación se estanca.
En secundarias, el nuevo plan y los nuevos programas de estudio establecen, como modernidad, cuatro campos formativos: Lenguajes; Saberes y Pensamiento Científico; Ética, Naturaleza y Sociedades; y De lo Humano y lo Comunitario; pero estos campos, ya en las clases, no se desarrollan como tales, sino mediante asignaturas tradicionales: en Lenguajes, se dan clases de español, inglés y artes, como siempre se han impartido; en Saberes y Pensamiento Científico, se dan clases de matemáticas, biología, física y química; en Ética, Naturaleza y Sociedades, se dan clases de historia, geografía y formación cívica y ética; y en De lo Humano y lo Comunitario, se dan clases de educación física, tutoría, educación socioemocional y tecnología, como por décadas se han impartido. En primaria y preescolar, también se establecen los cuatro campos formativos ya mencionados, pero las clases se desarrollan con base en asignaturas separadas, como en el caso de secundarias.
¿Qué caso tiene, entonces, establecer campos formativos si la propia Secretaría de Educación indica que las clases deben basarse en el Programa Sintético, y el Programa Sintético (de la SEP) es por asignaturas? Hubo un intento inicial, por parte de los técnicos contratados por la Secretaría de Educación, de hacer programas globalizados por campos formativos; pero, como fueron objeto de burlas por las barbaridades y vaciladas que contenían, se desecharon y se optó por copiar los programas de los gobiernos anteriores, por asignaturas, poniéndoles tan sólo el nombre de Programa Sintético. En conclusión, los campos formativos son simples títulos, pues los contenidos reales que se desarrollan en las clases son de asignaturas que, históricamente, se conocen. Esto es, hubo cambios en algunas palabras, pero para seguir igual.
Curiosamente, cuando los técnicos e intelectuales de la Secretaría de Educación no quisieron o no pudieron elaborar programas de los cuatro campos formativos, su genialidad los llevó a la idea de que fueran las maestras y los maestros de cada escuela los que diseñaran un nuevo programa con el nombre de Programa Analítico, el cual debe basarse en los temas del Programa Sintético de la SEP y tener como propósito central la resolución de problemas tanto del interior de la escuela como de la comunidad. Cabe aclarar que las maestras y los maestros, sin formación en diseño curricular y sin capacitación al respecto, hasta la fecha no han podido elaborar el Programa Analítico y se han concretado a desarrollar temas de las asignaturas con contenidos tradicionales, como se ha venido haciendo por décadas. Consecuentemente, el intento de elaborar nuevos programas de estudio ha quedado, hasta la fecha, en el simple cambio de palabras para seguir igual. En los hechos, el contexto escolar, el contexto de la comunidad, la resolución de problemas, los proyectos, los ejes articuladores y el perfil de egreso han sido simples palabras.
En los consejos técnicos escolares se han repetido los temas de los programas una y otra vez, pero no hay avances en los cambios anunciados; se dice mucho, pero en las aulas se hace lo mismo de siempre. ¡Por la educación de los niños, hay que hacer algo diferente!
https://www.heraldo.mx/cambiar-para-seguir-igual/
No hay comentarios:
Publicar un comentario