Más que excepcional, el caso del maestro Esteban nos recuerda que no es el primero ni será el último.
¡Todos somos Esteban! ¡Justicia para el maestro Esteban! ¡Hoy es él, mañana cualquiera de nosotros! ¡Se comete una injusticia! ¡Los maestros siempre somos los culpables! Estas son algunas de las múltiples expresiones que han explotado en medios y redes sociales desde hace unos días.
El caso del maestro Esteban Canchola, un profesor de educación primaria oriundo de Mexicali, Baja California comenzó el 30 de octubre de 2023; hoy resurge fuertemente debido a que la juez que lleva el caso lo ha acusado de negligencia por omisión; el próximo tres de julio será sentenciado, probablemente con 1 año dos meses en prisión y una multa que ronda los cuatro millones de pesos por reparación del daño.
Resulta difícil establecer puntualmente los hechos; no obstante, la mayor parte de las versiones coinciden en lo siguiente: El 30 de octubre de 2023 Damián, un alumno del turno vespertino de una escuela primaria en Mexicali, sufre una aparatosa caída luego que otro compañero le metiera el pie. Todo esto ocurre entre quince y treinta minutos antes del inicio de clases, cuando el maestro Esteban no iniciaba su turno, por tanto, no presenció el hecho.
Aproximadamente hora y media después de iniciadas las clases se entera del incidente, cuando los demás alumnos le cuentan lo ocurrido y el propio Damián comienza a quejarse de fuertes dolores en la cabeza.
El profesor sigue puntualmente el protocolo escolar para estos casos: dar aviso a las autoridades, comenzando por la dirección escolar; activar el seguro escolar; avisar a los padres de familia. Todo esto mediante el infaltable y engorroso papeleo que quita bastante tiempo.
Los padres se presentan en la escuela por su hijo, quien sale caminando por su propio pie. Acuden la clínica Internacional de Especialidades, con quien la SEP local tiene contratado el seguro escolar, para recibir atención médica y hacer válido el seguro.